Las cajas nido han sido fabricadas por personas del Centro de Inserción Sociolaboral de la Fundación Ilundain y facilitan el control biológico de diferentes plagas.

Alumnado del Colegio Público de Sarriguren colabora en el proyecto medioambiental Aterpeak, promovido por esta fundación e impulsado y financiado por el Ayuntamiento, en el que también participan cerca de 20 personas voluntarias.

Los alumnos del centro escolar participaron ayer por la mañana en la colocación de cajas nido para aves en Sarriguren en un acto enmarcado en el proyecto medioambiental Aterpeak. Este proyecto, cuyo fin es la sensibilización medioambiental, la promoción de la biodiversidad y el equilibrio medioambiental, está promovido por Fundación Ilundain e impulsado y financiado por el Ayuntamiento.

Con edades comprendidas entre los 4 y 9 años, 130 niños y niñas, junto con un grupo de cerca de 20 personas voluntarias de Aterpeak, han participado en las últimas semanas en la construcción y decoración de cajas nido para aves en las instalaciones del citado centro escolar para luego incorporarlas a diferentes puntos de la ciudad.

“Al ser Sarriguren una eco-ciudad, apostamos por iniciativas de este tipo que controlan las plagas de una manera sostenible, apoyando la jardinería ecológica en el mantenimiento de las zonas verdes. Al mismo tiempo, se conciencia a nuestra población, desde la infancia, sobre la importancia del cuidado del medioambiente en general y de las aves en particular. El conocimiento de por qué algunas aves necesitan huecos y el hecho de fabricar por sí mismos las cajas nido conciencia en el respeto a la naturaleza y coloca a las aves como aliadas de las personas”, indicó Mikel Etxarte, concejal delegado de medioambiente en el Ayuntamiento del Valle de Egüés.

“Se nos brindó la oportunidad de participar en este proyecto y enseguida vimos que nos encajaba a la perfección: el alumnado hace una manualidad que luego va a ver en su entorno más cercano, y a la vez participa en el cuidado del medioambiente de su comunidad. Se mire por donde se mire, todo es beneficioso en este proyecto”, explica Elvira, profesora del Colegio Público de Sarriguren.

“Nuestra voluntad es dar continuidad a Aterpeak; que se consolide en el Valle y sea parte de su entramado”, ha señalado Eduardo Sanz, responsable de este proyecto medioambiental promovido por la Fundación Ilundain. “Contamos ya con 15 personas voluntarias muy motivadas por dinamizar esta iniciativa”, concluye.

La sostenibilidad del proyecto Aterpeak comienza desde la fabricación de las cajas nido, en la sede de un Centro de Inserción Laboral gestionado por la Fundación Ilundain. “Es un buen trabajo para las personas usuarias del CISL, porque apenas necesita supervisión, lo que fomenta su autonomía y, en consecuencia, su autoestima”, afirma Enrique Marcelino, director del Centro. “Se suministran desmontadas en un kit con instrucciones de autoconstrucción. Así los niños y niñas que las construyen se implican en la iniciativa desde el principio”

Las cajas nido instaladas ayer serán hogar de diferentes aves insectívoras como el herrerillo y el carbonero, desplazadas por la intervención humana de sus lugares habituales de anidamiento (huecos en árboles, principalmente). Las cajas nido pretenden compensar este desequilibrio, dando cobijo a estas aves, que además son beneficiosas porque realizan un control biológico de las plagas de insectos, como los mosquitos, en los parques y jardines.

El proyecto Aterpeak, implantado en el Valle de Egüés desde 2014, ha desarrollado también otras iniciativas en este ámbito como la integración de cajas nido para aves tipo el vencejo, avión común, murciélago y lechuza, en el marco de la rehabilitación del pueblo viejo de Sarriguren, llevado a cabo por Nasuvinsa.