Han sido sólo ocho ediciones de nuestra joven ciudad, pero pasarán a la historia por haber sido las más lluviosas de todas las ediciones, ya que prácticamente no dejó de llover en los tres días que duraron.

El Chupinazo anunció el inicio de las fiestas el pasado viernes a las 19:00h. de la mano de asociación Sarri Kultur Elkartea y por primera vez desde el balcón del Ayuntamiento. En aquel momento había en la zona una agradable temperatura de 24ºC, pero en cuestión de minutos el termómetro se desplomó hasta los 16ºC y se dieron rachas de viento de más de 50Km/h.

Además de ser el primer chupinazo desde el Ayuntamiento, también fue el primero que se grabó usando la tecnología 3D, y más adelante nos gustaría poder ofreceros la grabación para que todos los que cuenten con un televisor que usa este sistema, puedan revivir ese momento y todo el ambiente que lo rodeó.

El relativo bien tiempo aguantó hasta las 8 de la tarde, momento en el que empezó a llover con más intensidad y prácticamente no dejaría de hacerlo hasta que terminaron las fiestas, y es que las Fiestas de Sarriguren 2013 tendrán el récord de ser las más lluviosas de su corta historia. El viernes se recogieron algo más de 10 litros por metro cuadrado, más de 40 litros el sábado y 55 el domingo. En total durante estas fiestas pasadas por agua se recogieron 105 litros por metro cuadrado.

La lluvia fue la causa de muchas variaciones en el programa oficial de fiestas. Los gigantes de la Chantrea no pudieron recorrer las calles de Sarriguren por culpa de la lluvia con la nueva Corporación Txiki, y otros eventos al aire libre tuvieron que realizarse en los porches de la calle Bardenas Reales.

Es el caso de los calderetes del sábado, que debido a la lluvia, variaron su ubicación y es que muchos participantes acabaron debajo de pequeñas carpas o en los porches de los edificios. La lluvia cambió los planes de muchos, pero al final los calderetes se disfrutaron igual.

Los hinchables y los juegos infantiles, así como otras actividades al aire libre, también se vieron afectados por la lluvia. El domingo hubo algo de tregua y los Gigantes pudieron pasearse por las calles de Sarriguren, en un itinerario modificado, y en el recinto de fiestas bailaron para disfrute de los más pequeños. Además, se pudo disfrutar de la chistorrada popular, aunque el final de las fiestas volvió a terminar pasado por agua, y es que la lluvia ha provocado que las de este año hayan quedado un poco deslucidas.