Se establece la obligación de usar regaderas para regar los huertos y se ha sancionado a todos los usuarios con un “aviso” porque algunos no han cumplido esa obligación.

Existe un gran descontento entre los usuarios de los huertos urbanos de Sarriguren por la obligatoriedad de usar regaderas para regar sus plantaciones, y porque debido a que algún usuario ha utilizado motobombas para ese fin, todos los usuarios, infractores o no de la norma, han recibido un aviso, y si llegaran a acumular otro aviso por cualquier incumplimiento, se le podría sancionar con la retirada del huerto.

Cuando se idearon los huertos urbanos de Sarriguren, desde el Ayuntamiento se pensó en un sistema de riego por exudación, que según indicaban, era “el más eficiente ecológicamente hablando”. El riego por exudación consiste en una manguera porosa que exuda agua a lo largo de toda su superficie, generando un caudal continuo de agua alrededor de toda su circunferencia.

En suelo seco la fuerza de capilaridad y la menor presión del medio (comparada con la del interior de la manguera) hacen que el agua de salga en mayor cantidad. En cambio, si el suelo está húmedo (lo que quiere decir que sus poros están rellenos de agua) la fuerza de capilaridad y la diferencia de presiones son menores, con lo que la manguera emanará menos agua, o ninguna en caso de que el medio esté saturado. De este modo, son las necesidades hídricas del suelo las que determinan el caudal de agua exudado de la manguera.

El Ayuntamiento se escuda en que el sistema de riego “es el utilizado en Vitoria-Gasteiz, pioneros en esta práctica y con muchos años de experiencia. Por motivos de eficiencia en el uso del agua, en términos de cantidad o volumen, han tenido que ir eliminando riegos por goteo, exudación, etc. por los perjuicios que les han ido generando estos años y que han ido unidos a la negligencia o despiste en su uso (goteos que no se apagan, programadores mal programados, que se han roto y riegan todo el día,…), que provocan inundaciones en huertos colindantes, sin contar el despilfarro de agua generado.

Contrasta con la opinión inicial de usar el riego por exudación por ser el “más eficiente ecológicamente hablando”, cuando es cierto, ya que la cantidad de agua emitida por el tubo depende de las necesidades del suelo y, por tanto, de la planta, regar de más resulta casi imposible. El sistema se autorregula de manera que no habrá problemas de anegaciones de agua. Además, el hecho de estar enterrado disminuye las perdidas por evaporación al máximo.

A pesar de esas evidencias, el Ayuntamiento finalmente obligó a los usuarios a usar regaderas que deben llenarse en alguna de las ocho albercas disponibles a lo largo del recinto de los huertos. Este sistema ha provocado el malestar de varios usuarios por lo incómodo del método, y alguno ha contabilizado hasta en 42 el número de regaderas que debe llenar para regar su huerto.

Otra queja es la altura de las albercas, que dificulta el llenado de las regaderas sobre todo por personas mayores o lesionadas, que deben levantar pesos de hasta 10Kg. Hay usuarios que consideran que tanto esfuerzo puede llegar a provocarles lesiones. Desde el Ayuntamiento se va a estudiar la posibilidad de colocar grifos en las albercas para no tener que sumergir las regaderas y levantar después ese peso.