La pasada semana se vació para proceder a su limpieza y de momento permanecerá así varios días.Al lugar se desplazaron técnicos de Medioambiente del Gobierno de Navarra para catalogar y retirar las especies que se encontraban en el lago, que son invasoras y no perteneces a ese hábitat. En total, según ellos, se encontraron alrededor de 1.500 animales de todo tipo, la mayoría tortugas y carpas. Los operarios de limpieza discrepaban de esa cantidad entre risas.

El lago de Sarriguren es la mayor balsa artificial de agua de toda la cuenca de Pamplona, siendo no sólo un recurso paisajístico, sino que además regula el caudal de una de las regatas de la ciudad. Tiene una superficie cercana a los 10.000 m², y es que en el momento en que se planificó Sarriguren, se trató de que el concepto de ecociudad tuviera una gran integración con la naturaleza, y el lago es prueba de ello. La extensión de nuestro lago es similar a la de dos campos de fútbol juntos.

Situado en uno de los extremos de la ciudad y bordeado por la regata Barranco Grande, que delimita una de las rutas de paseo de nuestra ciudad, este lago se concibió como un regulador del caudal de este corredor ecológico y se proyectó adaptándose a la morfología del terreno y de su cauce, que desemboca en el río Arga.

En la comarca existen 6 lagos artificiales como el de Sarriguren integrados dentro de distintas urbanizaciones. El de Barañáin es el de mayor tamaño después del existente en nuestra ciudad, con 8.350m² de extensión y tiene el honor de ser el primer gran lago que se construyó en la cuenca.

El que se encuentra enclavado en Mendillorri tiene una superficie de 6.660m² y le siguen en tamaño al de Arrosadía que tiene 5.000m² y unirá mediante un gran parque los dos campus universitarios.

El siguiente lago por tamaño es el de Erripagaña, alimentado con el cauce de la regata Karrobide que discurre paralelo al otro límite de nuestra ciudad sirviendo de frontera con el colegio de los Maristas. Esta balsa de agua funciona como embalse regulador en caso de crecidas repentinas del río.

El lago de Yamaguchi, al igual que el de Mendillorri, tiene una función puramente ornamental. Con una extensión de 4.000m², es el menor de todos los lagos de la cuenca.