Era una de las medidas acordadas en el plan vial del Ayuntamiento, y durante el mes de agosto se han estado realizando distintas actuaciones entorno a ambos centros justo antes del inicio del curso escolar.

La corporación municipal vio la necesidad de crear un camino seguro para acceder hasta los centros escolares de Sarriguren, inicialmente sólo para el Colegio Público, pero a petición de PSN, también se tomó en consideración hacer algo similar para el Colegio Maristas, donde también estudian niños de Sarriguren.

En el caso del Colegio Público, por su situación junto a la avenida de la Unión Europea, zona de tráfico por ser una de las salidas de la ciudad, la actuación llevada a cabo ha sido de mayor calado. Se ha colocado un badén sobre el que se ha pintado un paso de peatones que une el colegio con la mediana peatonal de la avenida.

Además, se ha pintado un paso de peatones previo para que los vehículos frenen antes de llegar y tomen el sobresalto del suelo a menor velocidad. Junto a estas medidas, también se han colocado a ambos extremos del paso elevado unas pequeñas vallas de protección, y se han eliminado varias plazas de aparcamiento para evitar que aparquen coches y reduzcan la visibilidad de la zona.

Para definir el camino seguro que deben seguir los niños se han pintado sobre el suelo huellas de color verde a modo de pisadas para indicar por donde se debe caminar. Esta ruta parte del extremo más cercano del Parque Central de Sarriguren, cruza por el paso de peatones más cercano a esa zona y continúa por la mediana peatonal hasta que llegar al paso elevado frente al colegio. Las huellas terminan en la entrada del centro escolar.

En el caso de Maristas, el único paso de peatones que deben atravesar los niños para llegar hasta el centro escolar es uno por el que sólo circulan vehículos que acceden al colegio, por lo que no llevan velocidad elevada. Por ese motivo no se ha colocado un badén como en el caso del Colegio Público.

Se han colocado vallas de protección en la zona y también se han pintado sobre el suelo las mismas huellas de pisadas que indican el camino que deben seguir los niños para llegar al centro escolar.