Mediante un acuerdo con la Fundación Ilundáin Haritz Berri, se dotará a la ciudad de nidos para albergar aves que realicen un control biológico de plagas.

Además, el proyecto busca mejorar la biodiversidad de Sarriguren y recuperar especies beneficiosas para el hombre como rapaces nocturnas y diurnas, murciélagos o aves insectívoras.

El control biológico de plagas de insectos, ratones o topillos, lo ejercen especies rapaces como la lechuza, mochuelo, autillo y cernícalo; murciélagos como controlador de mosquitos y polillas, y aves insectívoras como carbonero y herrerillo.

Para esta labor, se colocarán cajas-nido que se construirán en la escuela taller de la Fundación Ilundáin Haritz Berri, donde trabajan jóvenes con dificultades de integración en el mundo laboral debido a una problemática social y personal.

Todavía no se conoce el número y emplazamiento de estas cajas-nido, ya que está pendiente realizar un estudio medioambiental, pero la idea es que se encuentren en lugares públicos. El programa se iniciará precisamente en los huecos de las antiguas viviendas que se están rehabilitando en la zona del pueblo viejo de Sarriguren.

El proyecto lleva asociado también labores de educación y sensibilización a través de charlas, talleres o exposiciones, así como la implicación de voluntarios de la localidad que se involucren en el proyecto manteniendo los nidos para garantizar que perduren en el tiempo.