A la dirección de obra de la empresa Laranzor y a la constructora Obenasa por los vicios ocultos detectados en las piscinas exteriores.

Se les reclama por la responsabilidad de ambas en los defectos encontrados en las playas de las primeras piscinas exteriores de la Ciudad Deportiva de Sarriguren que se construyeron, no las recreativas, ya que se levantan las baldosas.

Obenasa, la constructora, alega que el origen del problema es el mantenimiento, que no es correcto, pero los informes técnicos en disposición del ayuntamiento revelan que el problema es la baja calidad del cemento empleado.

Por ese motivo se reclama a la empresa encargada de la dirección de obra, Laranzor, y a la constructora, Obenasa, 135.000€ por los daños existentes, o en su defecto, que los arreglen.

La comisión encargada de la de investigación también cuestionó la adjudicación hecha en su momento a Laranzor. Esta empresa fue adjudicataria de varios trabajo en el Valle de Egüés, algunos sin concurso, como denunció en su día la oposición cuando gobernada el regionalista Josetxo Andía. De hecho el contrato para la dirección de obra de la Ciudad Deportiva de Sarriguren fue considerador por los grupos como “uno de los más turbios”.